lunes, 26 de mayo de 2014

Jaque al bipartidismo

Pese a tratarse de unos comicios europeos, no cabe duda de que los resultados electorales del 25 de mayo dibujan un nuevo horizonte en la política española, un nuevo escenario que certifica el ocaso del bipartidismo y una nueva correlación de fuerzas mucho más plural y equilibrada.


Diaz de Mera, eurodiputado por los pelos
 Los dos pilares de ese bipartidismo, PP y PSOE, han sufrido al alimón un severo correctivo, que se concreta en sendos desplomes electorales de ambos. El primero ha perdido 16 puntos respecto a las europeas de 2009 y casi 18 respecto a las elecciones generales de 2011, en las que obtuvo una mayoría absoluta que desde ayer no se corresponde con la realidad social de 2014. Su intento de legitimar en estas elecciones las políticas aplicadas por el gobierno de Mariano Rajoy ha fracasado con estrepito.
 El voto de castigo ha sido contundente, muy por encima de lo que auguraban todas las encuestas, ninguna de las cuales pronosticaba un retroceso de tamaña dimensión. Un varapalo en toda regla que se concreta en la pérdida de la tercera parte de los eurodiputados con los que contaba, pasando de 24 a 16. (El abulense Agustín Diaz de Mera se ha salvado por los pelos, ya que ocupa el puesto decimosexto de la lista)

 El gran consuelo del PP es que el PSOE, lejos de rentabilizar su desgaste, le ha acompañado en la caída, cosechando su peor resultado electoral en todas las elecciones celebradas desde 1977. Un desastre -en este caso sin paliativos- que hunde las expectativas de recuperación que los socialistas habían depositado en estas elecciones.Tras las sucesivas derrotas electorales de 2011 se negó a someterse a la imprescindible catarsis y ahora ha pagado un altísimo coste por ello.

Óscar López y Elena Valenciano en la noche del domingo
 El resultado es que, pese a la impagable colaboración de Arias Cañete, Elena Valenciano ha perdido más de 15 puntos respecto a las europeas de 2009 y más de 5 sobre el resultdo obtenido por Rubalcaba en las generales de 2011, aquel 28,73 por ciento que parecía difícil de empeorar. Parafraseando a Marx (Groucho, naturalmente), de la mano de Rubalcaba y Valenciano el PSOE, que no surgía precisamente de la nada, ha alcanzado las mas altas cimas de la miseria electoral. El batacazo afecta muy directamente a Óscar López, en tanto que "numero tres" del partido y coordinador de esta campaña electoral.

 La gran sorpresa es que no ha sido únicamente Izquierda Unida la gran beneficiada del desplome socialista. IU avanza hasta bordear el 10 por ciento, menos de lo que se esperaba sin duda a causa de la irrupción de “Podemos”, que, con casi un 8 por ciento y 5 eurodiputados, se convierte en la gran revelación de estas elecciones. También ha quedado por debajo de sus expectativas la UPyD de Rosa Díez, que ha encontrado en “Ciudadanos” un competidor en su mismo segmento electoral. Aún así IU pasa de 2 a 6 eurodiputados y UPyD de uno a cuatro.

 Castilla y León, en la misma linea.- En Castilla y León, el PP se ha mantenido en el 37,6 por ciento, 11 puntos por encima del resultado nacional. Sin embargo, su retroceso ha sido muy similar al sufrido en el conjunto de España. Ha perdido más de 14 puntos respecto a las europeas de 2009 y casi 18 respecto a las generales de 2011, en las que obtuvo un 55,44 por ciento. Pese a todo, ésta es, después Castilla-La Mancha y La Rioja, la comunidad en la que mejor resultado ha registrado el PP.

Sosa Wagner y Rosa Díez
 Algunos de sus resultados provinciales tienen mucho que analizar, ya entre el 47,08 por ciento obtenido en Ávila y el 33,16 registrado en León, la horquilla es demasiado amplia. Después de Ávila, los mejores resultados se localizan en Zamora (41,79), Salamanca (41,74) y Soria (41,34). Por el otro extremo, casi a la par que León, figura Valladolid, que, con un 33,62 por ciento, es la provincia en la que más retrocede el PP: Pierde 15,75 puntos respecto a las anteriores europeas y nada menos que 19,31 respecto a las últimas generales. Después de Valladolid y León, Burgos, la circunscripción de Juan Vicente Herrera, es, con un 36,85 por ciento, la tercera provincia con peor resultado para el PP.

 El PSOE ha caido en Castilla y León al 23,39 por ciento de los votos, lo que supone casi 15 puntos por debajo del resultado de 2009 y casi 6 respecto al de 2011. Su horquilla provincial oscila entre el 27,57 por ciento de León y el 19,63 de Ávila. Especialmente negativos son sus resultados en Burgos (20,14) y Soria (21,87). En esta última provincia, que se había convertido en su último bastión, pierde casi 16 puntos con relación a las anteriores europeas y cerca de ocho con respecto a las últimas generales.

"Podemos", tercera fuerza electoral en cuatro provincias
 En Castilla y León la tercera plaza en estas elecciones ha estado en un pañuelo entre tres fuerzas políticas. UPyD, que ya arrebató a IU el tercer puesto en las generales de 2011, lo ha mantenido con un 8,36 frente al 8,31 de IU y el 8,17 de “Podemos”. El partido de Rosa Díez ha cosechado sus mejores resultados en Valladolid y Segovia, provincias en las que ha rozado el 10 por ciento, y los peores en Soria, Zamora y León, donde no ha llegado al siete. Como ya ocurrió en 2009, el tirón electoral de Sosa Wagner entre los leoneses ha vuelto a ser nulo.

 En cuanto a IU, solo ha conseguido rebasar la barrera del 10 por ciento en Valladolid, sin duda aupado sobre la buena gestión de sus tres concejales en el ayuntamiento de la capital. El avance electoral de la coalición tiene sin embargo cierto sabor agridulce si se tiene en cuenta que en cinco provincias se ha visto superada por “Podemos”, que ha irrumpido como tercera fuerza electoral en Burgos, León, Zamora y Soria. De hecho, IU únicamente ha conseguido el tercer puesto en Valladolid y Palencia. UPyD ha sido la tercera fuerza en Segovia, Ávila y Salamanca.

 Y fracaso rotundo de “Vox”, que apenas ha rascado el 2,5 por ciento de los votos emitidos en Castilla y León. Pese a la presencia en la lista de José Antonio Ortega Lara, su mejor resultado no lo ha obtenido en Burgos sino en Valladolid, donde ha sumado un 3,41 por ciento que sin duda ha contribuido al fuerte retroceso sufrido por el PP vallisoletano.