lunes, 12 de enero de 2015

Calma chicha en el PP en medio de una creciente ansiedad electoral

  Concluido un paréntesis navideño nada exento tampoco de actividad política, la cuenta atrás hacia la doble cita electoral de las municipales y autonómicas de mayo está lanzada. Con un claro contraste entre la aparente calma chica que vive el PP y la creciente ansiedad electoral del resto del arco político. Mientras en el seno del partido gobernante aguardan con impaciencia los designios de Génova acerca de las candidaturas, las demás fuerzas en liza vienen desplegando una actividad frenética. Todo ello en medio de la gran incertidumbre derivada de unas encuestas políticas que siguen augurando un nuevo escenario político caracterizado por el considerable retroceso del PP y la fragmentación del electorado de izquierdas a causa de la potente irrupción de Podemos.


Herrera y Montoro, una relación salpicada de polémicas
 Sin embargo, salvo los que haya podido encargar cada partido, no se conocen sondeos fiables que proyecten resultados en el ámbito autonómico. Y obviamente cualquier alternativa al actual gobierno de Castilla y León pasa por la pérdida de la actual mayoría absoluta del PP (53 de los 84 procuradores). Aunque en algún momento en las propias filas populares se ha verbalizado dicho temor -lo hizo Juan Vicente Herrera al referirse a la alternativa de una “coalición de perdedores”- lo cierto es que la posibilidad de alternancia política sigue siendo una posibilidad remota. Sea Herrera o no el candidato, Castilla y León es una de las pocas comunidades, junto con Castilla La Mancha y La Rioja, en las que la plana mayor del PP no ve en riesgo la mayoría absoluta.

 Entretanto, la Junta no ha podido transitar con mejor pie electoral de un año a otro. El agravio que ha supuesto el nuevo parche aplicado por Cristóbal Montoro al problema de la financiación autonómica  ha permitido a Herrera presentarse como gran adalid de los intereses de Castilla y León ante el gobierno central de su propio partido. Toda una “sobreactuación” escenificada además ante los sindicatos y la patronal, convocados la víspera de Nochevieja para firmar el plan de estímulos al crecimiento y al empleo en 2015.
La Junta conseguía así superponer dos mensajes de marcado signo electoral: su apuesta por el diálogo social y sus arrestos para plantar cara a un ministro que se permite discriminar a esta comunidad. Si a ello se añade que desde el 1 de enero se ha reducido a un tercio el “centímazo” y que pasar la ITV es un 20 por ciento mas barato, se convendrá que la Junta no ha esperado a que concluyeran las navidades para lanzar su campaña electoral.

Luis Tudanca
 Frente a ello, superadas las pasadas turbulencias internas, el PSOE de Luis Tudanca perfila su estrategia para ofrecer un proyecto de cambio frente “a un gobierno agotado y sin ideas”, como califica al que encabeza desde hace 14 años Juan Vicente Herrera. Solventadas, a falta de la candidatura a la alcaldía de Ávila, las primarias municipales, Tudanca anuncia un programa basado en la regeneración política y la lucha contra la corrupción, un nuevo modelo de desarrollo económico y empleo y la recuperación del Estado de Bienestar.
 Tras renunciar a su escaño de diputado del Congreso, el candidato socialista a la presidencia de la Junta se dispone a patearse de aquí mayo toda la comunidad para defender su proyecto político frente a sus dos principales competidores: el adversario tradicional (el PP) y el emergente, Podemos, que le está minando electoralmente pero con el que estaría obligado a entenderse en el hipotético caso de que el primero no revalidara su mayoría absoluta.

 Recien constituida su estructura municipal, Podemos no dispondrá de órganos autonómicos hasta el mes de febrero, en que será elegido su secretario general en la comunidad y su Consejo Ciudadano en Castilla y León. Hasta entonces no se perfilarán sus propuestas de cara a las elecciones autonómicas, que son las únicas a las que la formación va a concurrir con su propia marca.
Pablo Fernández
 El leonés Pablo Fernández, que cuenta con todas las bendiciones de Pablo Iglesias, tiene las máximas papeletas para convertirse en el máximo responsable del partido en Castilla y León. Y a través de un tuit del propio Iglesias se ha sabido que uno de sus máximos colaboradores va a ser Pedro María de Palacio, quien hace algunas semanas abandonó IU para incorporarse a Podemos.

 De Palacio no era un militante de base de IU. Era el coordinador provincial de Burgos y el que encabezó la candidatura alternativa a la de José María González en la pasada asamblea autonómica de IU en Castilla y León, en la que aglutinó el 40 por ciento de los votos. Cuando se esperaba que pudiera medirse a González en las primarias para elegir al candidato a la presidencia de la Junta, De Palacio ha tomado las de Villadiego para apoyar a Pablo Fernández en el proyecto autonómico de Podemos. El candidato alternativo a González se busca ahora a través de la plataforma “Recuperar la ilusión” (www.recuperarlailusion.es ), constituida por críticos con la actual dirección regional.

Otro partido al que le ha salido seria competencia es la UPyD, que, amén de aspirar a tener grupo propio en las Cortes, se perfilaba como bisagra en muchos ayuntamientos en los que el PP va a tener extremadamente difícil -ahí sí- repetir su actual mayoría absoluta. La expansión nacional de los Ciudadanos de Albert Rivera, un partido con un perfil estatal muy similar, aboca a ambas formaciones a disputarse el mismo espacio político. Con el consiguiente fraccionamiento, en este caso del electorado situado entre los dos partidos hasta ahora mayoritarios.

 Todo ello a expensas de la estrategia que finalmente adopte Podemos ante las elecciones municipales, ante las que, aunque no concurra con su marca, no piensa quedarse con los brazos cruzados..La lucha de unos por conservar su espacio político y la de otros por abrirse paso no tendrá cuartel y todo a apunta a que no van a ser menos de cinco las opciones en liza con posibilidades de alcanzar representación en los principales ayuntamientos. A partir de ahí veremos hasta que punto ese fraccionamiento favorece el continuismo o propicia el vuelco en muchos gobiernos municipales.