lunes, 2 de febrero de 2015

En campaña hasta la próxima Navidad

  De aquí al 20 de diciembre, fecha tope que maneja La Moncloa para celebrar las próximas elecciones generales, España va a permanecer montada en un carrusel electoral. Ya estabamos, después de Reyes, en precampaña de las municipales y autonómicas del 24 de mayo. A continuación, llegó Artur Más y en mitad de enero decidió intentar salir del atolladero convocando para el 27 de septiembre las elecciones catalanas pretendidamente plebiscitarias. Y por si no fuera suficiente, Susana Díaz rompe el pacto de gobierno en Andalucía y anticipa las andaluzas al 22 de marzo, pillando a todos los demás con el paso cambiado.


Convención del PSOE en Valencia
Con semejante calendario por delante, toda la política, se haga desde el gobierno o desde la oposición, está definitivamente trufada de electoralismo. A veces en formato propagandístico puro y duro como el de la pasada convención nacional del PP celebrada en Madrid, de la que ocho días después no se recuerda más que la sombra revoloteadora de Luis Bárcenas
Y en el mismo contexto cabe situar la Conferencia Autonómica celebrada este fin de semana por el PSOE en Valencia, en la que a diferencia del PP, los socialistas han podido hacerse la foto de familia de todos sus candidatos a las próximas elecciones autonómicas del 24 de mayo. La súbita afección gripal de Susana Díaz frustraba sin embargo otro foto más necesaria para el partido: la de su cierre de filas con Pedro Sánchez, el secretario general que se ha visto cuestionado en las últimas semanas desde influyentes sectores del partido.

 Pero si hablamos de precampaña electoral en Castilla y León, sin duda el que esta pisando el acelerador es el PSOE, cuyo candidato a la presidencia de la Junta, Luis Tudanca, viene alternando su periplo territorial por toda la comunidad con una apretada agenda de reuniones con sectores económicos, sociales, profesionales y ciudadanos de Castilla y León. Todo ello al tiempo que los socialistas endurecen su labor de oposición al gobierno Herrera, sobre cuya última legislatura -mediados de 2011 en adelante- han realizado un demoledor balance bajo el título #IncaPPaces, incluido un video colgado en las redes sociales con el mismo título y la misma conclusión: "Cuatro años de legislatura del PP, un retroceso de dos décadas".

Pacientes esperando su turno en un servicio de urgencias
 Según los datos incluidos en dicho balance, en estos tres últimos años y medio Castilla y León ha perdido 56.432 habitantes, de los cuales 24.290 son jóvenes de menos de 25 años. El número de ocupados ha disminuido desde entonces en 79.000, el de parados ha aumentado en 36.409 y el de afiliados a la Seguridad Social ha descendido en 66.666.

Los socialistas cifran en 2.447 millones los recortes en gasto social acumulados por la Junta desde los Presupuestos de la Comunidad de 2011, año en el que comenzó la “contracción presupuestaria”. 912 millones corresponden a la consejería de Educación, que ha perdido 1872 docentes en enseñanza no universitaria; 668 a Sanidad, con pérdida de 929 profesionales; 390 a Fomento del Empleo; 304 a Servicios Sociales y Dependencia; y 173 millones a vivienda.
El balance cifra en un total 3.078 el número de empleos perdidos en la Administración Autonómica, sin contar otros 679 profesores universitarios y 442 investigadores menos en Educación Superior y en el ámbito del I+D+i.

Juan Vicente Herrera visitando el hospital de Benavente
De momento, el gobierno Herrera no se ha tomado la molestia de rebatir ninguna de estas cifras, sosteniendo, contra toda evidencia, que la calidad de los servicios esenciales no se ha resentido por los recortes. Lo vimos la pasada semana con ocasión de la visita de la visita del presidente de la Junta al hospital de Benavente, durante la que Juan Vicente Herrera negó que los servicios de urgencias de los hospitales del SACYL se hayan visto colapsados durante las últimas semanas, al tiempo que aseguró que Castilla y León es la segunda comunidad que menos ha recortado en personal sanitario. Sin embargo, en ningún momento ha concretado el alcance de ese recorte.

La Federación de Servicios de UGT cifra en 1.129 el déficit de plazas en los hospitales respecto a la plantilla orgánica fijada por la propia Junta y acusa al SACYL del deterioro de la atención porque “no se contrata, ni hay sustituciones por jubilaciones, bajas laborales y permisos”. “No es lógico -ha dicho su responsable, Carmen Amez- que se llegue a esperar 14 horas en los servicios de urgencia hospitalaria”. UGT no solo afirma que en las últimas semanas han estado colapsados los servicios de urgencia, sino también los de atención primaria y especializada.

El presidente de la Junta tendrá que responder el próximo martes en el pleno de las Cortes a la pregunta realizada al respecto por la portavoz socialista, Ana Redondo, quien a buen seguro contrastará las carencias de personal que sufre SACYL con el astronómico coste del semiprivatizado Hospital de Burgos.

Asistentes a la concentración de Podemos en la Puerta del Sol
Mientras el PSOE y el PP están en precampaña, IU sigue enfrascada en las primarias para elegir su candidato a la presidencia de la Junta, momento en el que ha sobrevenido su desalojo del gobierno andaluz y el gravísimo conflicto que enfrenta a la dirección federal con la organización madrileña. Con todo y pese al viento que sopla en su contra, IU sigue manteniendo en Castilla y León bagajes y activos que no se deberían malograr.

Por el contrario, sus expectativas electorales son el único y gran activo de Podemos, en estos momentos en proceso de elección de un secretario y una dirección autonómica que tendrá que ocuparse después de convocar primarias para elegir candidatos, así como de elaborar una propuesta programática para Castilla y León de la que por ahora carece por completo.

Hoy por hoy, por mucho músculo político que saque en manifestaciones como la celebrada el pasado sábado en Madrid, en Castilla y León Podemos está en mantillas. Hasta ahora todo lo que han anunciado los tres candidatos a liderar el partido en la comunidad, Pablo Fernández, Fernando Gil y José Alberto Rodríguez, no pasan de ser ideas deslavazadas, generalidades o vaguedades. Mucho y rápido tendrán que trabajar en un proyecto político creíble en Castilla y León si, como pretenden, piensan nada menos que postularse como alternativa a los 28 años de gobierno del PP en esta comunidad.