lunes, 15 de enero de 2018

Bajo el síndrome de 1987

 Comentábamos hace una semana que no era necesario recurrir a ningún gurú demoscópico para aventurar que el “efecto Arrimadas” había traspasado el Ebro, sacudiendo bruscamente el tablero de la política española. No pensábamos, la verdad, que hasta el punto que refleja la encuesta publicada el pasado sábado por“El País”, que,ante unas hipotéticas elecciones generales, sitúa a Ciudadanos a la cabeza en intención de voto (27,1 %), relegando al PP (23, 2) al segundo puesto, al PSOE (21,6) al tercero y a Podemos (15,1) al cuarto.


 Evidentemente, se trata de un souflé que tiene que bajar, pero, de no cambiar mucho las cosas, no lo suficiente como para que el PP no sufra un retroceso en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Un retroceso que le dejaría lejos de la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León, por supuesto en los principales ayuntamientos de la comunidad y habrá que ver si no también en la mayoría de las Diputaciones provinciales.

Alfonso Fernández Mañueco
El horizonte electoral que se presenta podría ser muy similar al de 1987, cuando el CDS de Adolfo Suárez se constituyó en árbitro de la situación, facilitando la investidura de José María Áznar a cambio primero de la presidencia de las Cortes, para exigir después dos consejerías en el posterior gobierno de coalición con Alianza Popular. Obviamente, el papel del CDS lo desempeñaría Ciudadanos, partido que a, diferencia del centrismo inequívoco del primero, se está situando en muchos aspectos a la derecha del mismísimo PP.

Este es el panorama que tiene por delante el virtual candidato del PP a la presidencia de la Junta y presidente autonómico del partido, Alfonso Fernández Mañueco, lastrado además, como señalábamos hace una semana, por el gobierno zombi de Juan Vicente Herrera. Un gobierno presidido con más desidia que nunca, que ya es decir, por un presidente “pato cojo” al que no le importa lo más mínimo mantener en el cargo a consejeros políticamente tan achicharrados -y tan dañinos electoralmente para el PP- como el displicente Antonio Sáez, quien con su insufrible arrogancia ha conseguido alentar la mayor movilización social contra la Junta que se recuerda en los 34 años de historia de esta comunidad autónoma.

Un gobierno como alma en pena.-  Un gobierno, éste último de Herrera, que vaga como alma en pena y que acaba de ver pinchado el cuento de la lechera de los nuevos Presupuestos de la Comunidad, confeccionados sobre la base de unas entregas a cuenta por parte del Estado que el ministro Cristóbal Montoro, siempre dispuesto a echar a una mano al cuello, ha decidido mantener congeladas, dejando en el limbo nada menos que 379 millones de euros presupuestados por la Junta. Una pifia de campeonato, máxime cuando la falta de fiabilidad de esas entregas fue justamente la excusa utilizada el año pasado por la consejera Pilar Del Olmo para demorar hasta finales del mes de junio la aprobación de los Presupuestos de 2017.

Aunque para fracaso estrepitoso al que están condenados los mapas rurales de la Ordenación del Territorio, que el gobierno zombi se obstina en mantener pese a no contar con el apoyo de ninguna otra fuerza parlamentaria (y aquí no le vale Ciudadanos o la UPL, ya que se requiere mayoría cualificada de dos tercios del pleno de las Cortes). La devolución de dichos mapas a los chiqueros del Colegios de la Asunción completará -por cierto, con íntimo regocijo del propio PP de Mañueco- el rosario de fracasos que jalona la trayectoria de la consejería de la Presidencia.

José A. de Santiago-Juárez y Antonio Sáez
“Si te paras a analizar, lo único que le ha salido bien a Pica (José Antonio de Santiago-Juárez) ha sido lo de cargarse el Toro de la Vega, me comentaba no hace mucho un procurador del PP. Tras un somero repaso -ya haremos con más tiempo un detenido balance de todas sus iniciativas y ocurrencias- he de decir que discrepo de dicho interlocutor. No hay que escatimar méritos a nadie: Ha de reconocerse el espectacular auge y desarrollo del sector del juego en esta comunidad desde que De Santiago-Juárez asumió la gestión de dicha competencia. Al César lo que es del César.


De “L´Osservatore herreriano” a “El Faro alfonsino”.-  Con este panorama comparecía el pasado lunes Fernández Mañueco ante los medios de comunicación, sin alterar el bajo perfil que siempre le ha caracterizado y lejos del vigor que sería de esperar en tan difícil coyuntura por parte de quien es el candidato in péctore a la presidencia de la Junta. Sea por algunos pellizcos de monja recibidos en días posteriores, sea porque es consciente de que pintan bastos, Mañueco decidía levantar el veto que mantenía a “Sun Tzu”, su enconado detractor durante años desde las páginas de “L´Osservatore herreriano”.

“Se muestra en plena forma política”, comenzaba sin ningún rubor la introducción de una entrevista-masaje -como sin duda la calificaría Ferrán Monegal -en la que naturalmente se eludía cualquier cuestión -pongamos por caso, el bochornoso bloqueo por parte del grupo parlamentario popular (ahora presidido por Mañueco) de la comisión parlamentaria creada para investigar el caso de la Perla Negra y demás pufos asociados a la consejería de Economía- que pudiera importunar al entrevistado, quién por su parte llena tres páginas con su discurso político de inalterable encefalograma plano.

La travesía de “L´Ossevatore herreriano” a “El Faro alfonsino” parece haber doblado el cabo de Hornos, ello sea con tal de mantener el momio. A propósito: ¿Cuándo piensa cumplir el consejero de la Presidencia, el antes mencionado Pica, la resolución del Procurador del Común que le insta, previa queja de la cadena SER, a facilitar la información sobre el reparto del pastel publicitario de la Junta. ¿O acaso el campeón y adalid de la transparencia va a hacer caso omiso al Alto Comisionado de la comunidad en la materia? Permanecemos a la espera.